La trashumancia, una práctica ancestral de pastoreo que ha modelado tanto el paisaje como la cultura de numerosas regiones de España, está siendo revitalizada y protegida gracias a los esfuerzos del Ministerio de Cultura, a través de la realización de un Plan de Salvaguarda para la protección y promoción del patrimonio cultural inmaterial asociado a la trashumancia. Para ello, Innogestiona Ambiental, una ingeniería medioambiental comprometida con la sostenibilidad y el desarrollo rural, ha sido seleccionada para llevar a cabo estos trabajos.
El plan no solo contempla la preservación de las rutas tradicionales y el bienestar animal, sino que también se enfoca en la problemática real de los pastores y las comunidades que dependen de esta actividad. Por ello, Innogestiona Ambiental ha habilitado en su espacio web, un buzón de opinión pública, tanto para pastores (FORMULARIO) como para la ciudadanía en general (FORMULARIO) que esté interesada en mostrar su opinión al respecto.
El compromiso de Innogestiona Ambiental con la trashumancia refleja una visión más amplia de sostenibilidad y conservación cultural. Al apoyar esta práctica milenaria, no solo se preserva una parte integral de la identidad española, sino que también se promueve un modelo de vida sostenible que armoniza la relación entre el ser humano y la naturaleza.
La trashumancia es esencial para los corredores ecológicos y los ecosistemas del sur y norte de la península ibérica, y vital para las 10,000 familias que dependen de ella. La adaptación al cambio climático, la fijación de población en entornos rurales, la diversificación de la economía o la gestión sostenible de los recursos naturales son algunos de los elementos que definen a la trashumancia; una actividad declarada «Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial» en España desde 2017, y aprobada por la UNESCO en 2023 para su inclusión en la lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a través del Ministerio de Cultura de España, como símbolo de una forma de vida que se expresa a través de una relación sostenible entre el ser humano y la naturaleza.
El Ministerio de Cultura no solo busca salvaguardar una parte esencial del patrimonio cultural de España, sino también impulsar un desarrollo rural que sea inclusivo, sostenible y conectado con las necesidades del siglo XXI. La trashumancia, con su ritmo natural y su profunda conexión con la tierra, se presenta como un modelo de resiliencia y adaptación, un espejo en el que mirarse para construir un futuro donde la tradición y la innovación caminen de la mano.
